| | «Cinco años después de iniciar la recuperación de la arquitectura moderna en Vigo con la construcción de un edificio de viviendas en la calle Pi y Margall, Jenaro de la Fuente proyecta, para una esquina importante del centro de la ciudad, un inmueble de decidida modernidad, cuyas formas exhibirán algunas orgullosamente algunos de los nuevos ideales estéticos identificados con el mundo de la máquina. El volumen del edificio Aurora es modelado de acuerdo con dos objetivos básicos, la necesidad de aprovechamiento máximo del valioso solar y la consecución de una sorprendente imagen llena de referencias al mundo de la máquina y la velocidad, evocando las formas, colores y materiales de los grandes trasatlánticos, los automóviles y los aviones.La entrada a las viviendas se dispone aprovechando la acusada pendiente de la calle República Argentina, para poder liberar todo el perímetro de la planta con acceso desde la esquina y desde la calle Urzáiz y dedicarla, por completo, a usos comerciales. La planta inmediatamente superior, también de uso comercial, se cierra con paños de cristal expresivamente inclinados hacia la calle, formando un zócalo que evidencia la naturaleza de la estructura reticular de hormigón, de manera que el resto del volumen del edificio “flota” sobre este frágil cerramiento. El resto de las plantas, hasta completar doce, repiten la expresiva curva de las terrazas con barandas de hierro y cristal. La sensación de movimiento introducido por las curvas se acentúa con los sucesivos retranqueos, a partir de la octava planta, hasta coronar el edificio con una amplia pérgola que, en proyecto, se preveía exenta, cubriendo parcialmente la amplia terraza de uso común que coronaba el edificio. Jenaro de la Fuente separó, inteligentemente, las livianas formas dinámicas de las terrazas del Aurora de los edificios colindantes, con una banda vertical ciega en la que se incrustan bajorrelieves en piedra con el nombre de la compañía de seguros promotora del edificio y una serie de motivos de inspiración decó. La tipografía empleada y el diseño de los elementos escultóricos confirman la concepción formal de la modernidad que caracterizó el último periodo de la carrera de nuestro arquitecto, fallecido el mismo año en el que finalizaron las obras del Edificio Aurora«. Fernando Agrasar. |