| | «Laorga y Zanón colaboraron a principios de los años sesenta en una serie de concursos nacionales, convocados para resolver la escasez de instalaciones docentes que, tras la posguerra y el impulso demográfico, se convirtieron en una prioridad. Estos arquitectos formaron parte de una generación que introdujo renovadores aires modernos en un panorama dominado por un continuismo historicista al servicio de los ideales de la dictadura. Tras ganar varios concursos para construir universidades laborales en diferentes ciudades españolas, como la Crucero Baleares en La Coruña, de 1961, Luis Laorga y José López Zanón se encargan de otro gran edificio docente en Galicia: la Escuela Náutico Pesquera de Vigo. En esta ocasión deben resolver el complejo programa en un solar que exige una solución compacta, además de responder a las exigencias de un emplazamiento en el frente marítimo de la ciudad, cuyas visiones tangenciales son especialmente importantes desde la avenida de Beiramar. La solución adoptada se corresponde con el carácter industrial de la zona y posee la representatividad adecuada para un importante equipamiento docente. Los volúmenes del edificio se identifican con diferentes áreas de uso, presididos por un cuerpo más elevado, con las últimas plantas retranqueadas, en una sutil analogía con los puentes de mando de los grandes barcos. El ideario arquitectónico moderno ayuda a resolver el problema que supone las amplias superficies necesarias con el escaso presupuesto disponible, mediante la identificación de las tramas estructural y distributiva, obteniendo unos espacios interiores ligeros y diáfanos debido a la utilización de elementos estructurales metálicos, que permiten generosas distancias entre soportes». Fernando Agrasar |