Laorga y Zanón colaboraron a principios de los años sesenta en una serie de concursos nacionales, convocados para resolver la escasez de instalaciones docentes que, tras la posguerra y el impulso demográfico, se convirtieron en una prioridad. Estos arquitectos formaron parte de una generación que introdujo renovadores aires modernos en un panorama dominado por un continuismo historicista al servicio de los ideales de la dictadura.
Universidade Laboral ‘Crucero Baleares’
«El conjunto de pabellones, aulas, talleres y residencias se articulan a través de corredores cubiertos. La brillante modernidad que exhibe esta obra se refiere a sus formas, a la organización del conjunto y a su racionalidad constructiva y funcional» Fernando Agrasar