| | «Se nos pide realizar una vivienda unifamiliar para una pareja con un hijo. Se quiere dotar a la parcela de piscina y pista de tenis. La parcela, de unos 2.400 metros cuadrados, tiene una topografía interesante con una fuerte pendiente en dirección N-S (17%). Hay unas vistas agradables de los montes y playas cercanas hacia el E. Queremos ocultarnos del vecino (Oeste y Norte) y abrirnos hacia el entorno natural (Sur y Este). Lo primero que nos sugirió la parcela (posteriormente reafirmado por la cantidad de roca que extrajimos en la excavación) fue introducir en la misma un volumen pétreo que pareciese surgir de ella. Poco a poco la vivienda (a través de maquetas de trabajo) va derivando hacia unos prismas sencillos en los que lo pétreo paso a convertirse en una mera piel que los envuelve completamente, y en los que la claridad formal y la rotundidad se buscaron con la utilización del color. El lugar decide la vivienda y esta se acaba adaptando; integrándose en el. Al recorrer la vivienda estamos recorriendo el propio terreno. Se diferencian claramente las distintas zonas: descanso-actividad, se buscan entradas de luz que unifiquen espacios y los definan, se buscan transparencias en los dos ejes de la vivienda que permitan no perder la referencia del terreno, se vincula cada estancia a un tipo de luz (horizontal o vertical) y a un tipo de exterior (patio acceso, jardín-piscina y patio-jardín de arboles frutales).Quedan pendientes de realizarse la marquesina de acceso y protección del aparcamiento, que se realizara en zinc, y las contras de madera (correderas en la fachada Este y proyectantes conformando un porche en la fachada Sur), que ayudaran a dotar de mas unidad al conjunto. Ese mismo propósito de integración que inspira a la vivienda es el que se usa para definir la urbanización de toda la parcela y sus servicios: piscina, tenis… aunque con alguna modificación puntual de las curvas de nivel en la zona de la piscina para evitar la omnipresencia de la autopista». |