| | «El edificio auditorio es un potente prisma que alberga las siguientes funciones. En la planta semisótano se encuentran los locales complementarios del escenario: camerinos individuales y colectivos, almacén general del edificio y las salas de instalaciones. Todo ello con acceso independiente desde el exterior, además de las necesarias interrelaciones interiores. En la planta baja está el acceso principal del edificio, las taquillas, el punto de información, el guardarropa, los aseos generales y una cafetería, elementos articulados por medio de un gran vestíbulo, un espacio alargado de triple altura y de planta rectangular que se extiende a lo largo de toda la fachada del edificio dotado de una fuerte volumetría y expresividad, que sirve además como apoyo y prolongación de la sala de exposiciones y se abre a la nueva plaza a través de grandes paños acristalados. Desde ahí se accede a las filas inferiores de la sala del auditorio y parte de la escalera principal, que comunica con las otras entradas de la sala, las demencias de la administración y las salas de prensa. Otro vestíbulo, perpendicular al primero da acceso a la sala de exposiciones, a la sala de conferencias, a los aseos generales y a la cafetería. En la planta primera, se encuentran las Aulas-Seminario. En la Planta Segunda, se ubican tres salas de ensayo con sus respectivos aseos y vestuarios. Se ha optado por un lenguaje formal claro y austero, que prescinde de anécdotas, para dar una escueta respuesta a las necesidades planteadas por un tipo de edificio de estas características. En coherencia con el lenguaje formal, el constructivo ha optado por dar respuesta a los requerimientos planteados con una también austera y reducida gama de materiales, con los que se ha pretendido conseguir una fuerte expresividad». César Portela |
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