| | «El edificio es el típico destinado a viviendas, oficinas (planta 1ª), locales comerciales (planta baja) y garajes y bodegas (dos sótanos). Con ocho plantas para viviendas resulta un edificio bastante alto con una superficie en planta reducida, con una proporción muy favorable a la altura, por lo que resulta muy esbelto. El inmueble se sitúa en una zona de borde urbano, como limite de una manzana muy alargada y teniendo que tapar una medianera importante puesto que resultaba la visión frontal de la autopista de entrada a Vigo desde Pontevedra; por ello se forzó aun mas la altura permitida por la ordenanza comprando al Concello edificabilidad y tapando de manera mas eficaz la mencionada medianera para darle un adecuado remate a la manzana. La calidad de las edificaciones cercanas y, concretamente, la inmediata es de baja calidad sobretodo la fachada que da al mar; producto de la concepción de dicha fachada como trasera o patio de manzana, cuando el hecho es que constituyen la fachada que se ve desde la autopista. Por lo tanto, era importante tratar de dignificar esa visión con un edificio formalmente potente que atrajera las miradas pero sin necesidad de llamar la atención por lo extravagante. El edificio tiene en cuenta los condicionantes externos en dos escalas: en la escala próxima, en la inmediata, se comporta con respeto y sutileza con la fachada de la calle colindante no siendo así con la trasera, pero sin ningún respeto por la calle desde la que tiene acceso ya que esta no posee absolutamente ningún interés, con una calidad ambiental baja, calidad que el nuevo edificio supera ampliamente, por lo que se cierra a la misma colocando el núcleo de comunicación vertical directamente en fachada; en la escala lejana con unas vistas esplendidas, el edificio pone todo su interés y se vuelca en las dos fachadas restantes (la cuarta es la medianera de apoyo) con la mayor apertura posible. Interiormente se disponen dos viviendas por planta, de dos y tres dormitorios respectivamente y con una interesante relación cocina-salón-comedor, creando una conexión directa a través de un espacio totalmente acristalado con unas maravillosas vistas, que sirve de comedor privado por lo que desde el salón no se ve la zona de trabajo de la cocina sino un espacio transitorio y con calidad ambiental. Todo el edificio se ha cuidado en los detalles y acabados como si se encontrase en una zona de mayor categoría, por lo que el resultado final contribuye a dignificar la zona». |