«Se proyecta la construcción de un plató adecuado para la puesta en escena de la historia de la ciudad en una época determinada, S. XVI y XVII, un escenario arquitectónico que no intenta reinventar la historia, sino exponerla de una forma dinámica en un contenedor actualizado que conformará un espacio vivo y cambiante.

Se establece una circulación unidireccional de paso obligado de entrada y salida por la calle Herrerías. Las funciones se resuelven a base de volúmenes depositados en su interior, separándose de las paredes y respetando la cáscara original de las dos casas, con la intención de ponerlas en valor. Este conjunto de paralelepípedos de disposición aparentement aleatoria funciona como columnas de circulación y de espacios exposistores. Los espacios sobre cubierta prolongan las visiones del museo enfocando la mirada del observador hacia las huellas históricas reales que permanecen en el entorno.

Las limitadas referencias supervivientes en las dos viviendas, antigua propiedad de la heroína, parcelario, paredes medianeras y con más incertidumbre fachadas, sugieren la recreación y la potenciación del valor del lugar, única referencia cierta y la creación de una arquitectura capaz de «narrar» el discurrir del poceso temporal que nos ocupa. La singularidad constructiva de la paredes medianeras perforadas con la aleatoriedad del tiempo y de la propia vida de sus ocupantes, sirven, a nuestro juicio, de ventanas abiertas al pasado, ojos que miran con curiosidad a la historia a través de esos huecos sugestivos flotando en el espacio interior y de los nuevos ojos abiertos al exterior.

El manejo de la luz desde espacios cenitales, resolviendo los volúmentes de cobertura para la explotación de este escaso recurso natural, perfila y condiciona las aptitudes del edificio para la descripción de un programa de muestras expositivas y cambiantes que los convertirán en un objeto vivo y animado. En este sentido, se propone la solución cenital a base de tres grandes huecos que intentarán dirigir la luz hacia el centro y hacia el perímetro de los tres espacios fundamentales.«

Arturo Franco Taboada