| | «Una piscina que me llevaban a hacerla fuera de la ciudad, en la periferia. Como un gran contenedor, fuera, donde están las naves. Dije no. Me encontré un prado precioso, que tiene unas piscinas municipales y una playa fluvial, dije: ¿Por qué no la hacemos ya ahí? Y llegamos a un acuerdo. Para mi, la piscina ideal es la que cuando estás en el agua, te estuvieses bañando como en el río. Y ese es el proyecto, nada mas. El edificio se fuese conformando como un límite del espacio municipal. Un límite separador del casco viejo y al mismo tiempo un enlace. Abriendo un camino pequeño que enlace con una plaza fría, al norte. En cambio, la piscina mira al río. La piscina, el agua, el río y añadiendo cosas alrededor. Dentro de la construcción ligera, hago una construcción vegetal. Construir los árboles tallados. Arquitectura vegetal. Arquitectura natural. Naturaleza que se mezcla. Cuando no se sabe distinguir una cosa de otra» Manuel Gallego | Transcripción |