| | «El edificio, según contemplaba el trazado de la finca realizado por Arat Isozaki y César Portela, ocupa el linde oeste, definiendo el borde de la misma. Toma la alineación de su muro perimetral y funciona como límite, como muro en sí mismo, articulando dos ámbitos muy distintos: la calle Salvadas en su parte oeste y el jardín de la finca en su parte este. Y responde a ambas situaciones de manera distinta: resuelve de manera coherente y estética la continuidad del frente a la calle Salvadas y se abre al jardín mediante una galería porticada a modo de paseo-mirador, consiguiendo una perfecta integración con el paisaje del Parque. La propia geometría del edificio apoya la idea de abrirse al interior y cerrarse al exterior, abrazando un por un lado el jardín (parte cóncava) y dando la espalda a la calle (parte convexa). El edificio presenta un desarrollo claramente longitudinal: una crujía de 10,16 metros y una longitud media de 116,50 metros; con dos plantas sobre rasante y otras dos bajo rasante, que salvan el desnivel topográfico y permiten el acceso al edificio directamente desde la calle. Las alturas varían por el desnivel topográfico de la propia finca y la diferencia de niveles entre la fina y la calle Salvadas. El programa del edificio presenta un carácter social y asistencial dirigido a autores y editores, y acoge un amplio abanico de actividades culturales con carácter público. Se articula en cuatro grandes bloques diferenciados correspondientes a los cuatro niveles del edificio: Difusión, Gestión, Atención al socio y Administración, con accesos desde el jardín y la calle. El muro de piedra que conforma la fachada este, por su escala y concepción constituye el elemento más singular y representativo del edificio. Se trata de un muro de 80,80 metros de desarrollo longitudinal y una altura media de 9,14 metros, realizado mediante grandes sillares de piedra granítica de textura natural. Se genera a partir de la superposición de dichos sillares, de geometría y volumetría variables, apilados entre sí, cuyo asiento y apoyo genera la estabilidad mecánica del mismo, así como la capacidad portante y autoportante del muro para recoger y admitir las cargas y empujes horizontales de la cubierta. Se utilizan anclajes metálicos de acero galvanizado para grapar, apuntalar y coser los sillares, confeccionando un tejido que refuerza la estabilidad del conjunto. La fachada oeste presenta un muro escamado formado por una doble piel de vidrio opal con cámara intermedia ventilada. Sirve de regulador de las condiciones ambientales exteriores por su composición y geometría. Su disposición quebrada en planta genera una superficie escamada que refuerza el movimiento de la curvatura del edificio potenciando su dinamismo. La fachada interior que limita la calle porticada, se trata de un muro compositivo de dos hojas separadas, una exterior de policarbonato (compuesto por el apilamiento de cajas de CDs) que aporta la imagen al elemento, y otra interior de vidrio que garantiza la estanqueidad y el aislamiento. La iluminación ubicada en la parte posterior de los CDs, realizada mediante líneas continuas de LEDs, convierte el muro en una cortina de luz homogénea de múltiples combinaciones cromáticas. Una gigante lámpara que ilumina el espacio porticado al servicio de la tecnología moderna y en directo contraste con la condición natural del muro de piedra» Ensamble Estudio | Antón García-Abril |
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